Al sur de la península ibérica esta Andalucía, que tiene algo más de 87 mil kilómetros cuadrados y está situada en un lugar estratégico; entre dos mares (Atlántico y Mediterráneo) y dos continentes (África y Europa).
Si te has fijado en su bandera, en el dibujo del medio son las columnas de Hércules ¿Sabes por qué? Pues porque los historiadores más antiguos pensaban que aquí se encontraba el fin del mundo, y que este es el lugar donde Hércules puso a sus columnas. Y esto sólo es una pequeña parte de la sorprendente historia de Andalucía.
Empezamos en la prehistoria, cuando el territorio andaluz estaba habitado por una serie de poblados primitivos, cuyos habitantes vivían de la agricultura y ganadería. Pero entonces hacia el año 1200 a. C, se desarrolla una civilización rica en metales preciosos Tartessos.
A lo largo de los siguientes siglos, atraídos por esas riquezas van llegando pueblos colonizadores del este del mediterráneo, primero los fenicios hacia el siglo XI a. C que crean sus colonias en Gádir, Cádiz, Abdera, Adra y Sexi Almuñécar entre otros. Luego los griegos en el siglo VI a. C En la interacción comercial con estos pueblos Tartessos van desarrollándose hasta convertirse en un país brillante y riquísimo, con su propia lengua y escritura. Algunos lo consideran el primer país políticamente organizado de Europa, fíjate su importancia que se piensa que aparece mencionado en la biblia.
A lo largo de los siglos la civilización tartésica empieza a decaer y entonces en el siglo III a.c llega un nuevo pueblo del mediterráneo los cartagineses quienes ocupan la zona y se instalan en estas tierras pero atención, cartago es la gran competencia de otro pueblo con muchas ganas de expandirse por toda Europa, Roma. En las guerras que tienen entre los dos pueblos, los romanos entran en la península y llegan a esta tierras andaluzas, la conquistan toda y permanecen en ella VII siglos.
A lo largo de todo ese tiempo hacen grandes aportaciones a la vida de la región, construyen calzadas y puentes, introducen nuevas formas de arquitectura agricultura y minería y traen un nuevo idioma, el latín. Del que derivarán el español o el andaluz además organizar la península administrativamente y el territorio andaluz se convierte en una provincia, la bética por el río Betis; el Guadalquivir. La bética es una de las provincias más dinámicas y desarrolladas económicamente del imperio, tanto y que de aquí salen importantes personalidades, como los emperadores Trajano y Adriano y el filósofo Séneca.
Entramos en el siglo V, el imperio romano está en decadencia y aprovechándose de ello los pueblos del norte de Europa (Suevos, Vándalos y Alanos) entran en el imperio y alcanzan la península ibérica. Los primeros en llegar a tierras andaluzas son los Vándalos pero no se quedan mucho tiempo, solo medio siglo.
Luego llegan los visigodos que someten a los vándalos y se instalan aquí los visigodos, en realidad invaden toda la península y crean un reino que dura dos siglos. Eso sí, a pesar de esa invasión visigoda la dinámica cultural y social andaluzas, no se pierde y entonces llega a una época importantísima para Andalucía. Los pueblos musulmanes se están expandiendo por el norte de áfrica y en el 711 alcanzan el estrecho de Gibraltar, lo cruzan y tras pelear contra los visigodos en la famosa batalla de Guadalete invaden rápidamente casi todo y Andalucía se convierte en zona islámica.
Los musulmanes que han llegado hasta aquí comienzan a llamar a la península al Al-Ándalus. Al-Ándalus, se desarrolla tanto que llega a convertirse en el centro cultural más importante y una de las zonas más sofisticadas de occidente, y su capital está en Andalucía, Córdoba. Imagínate todo lo que aportan los musulmanes a la sociedad andaluza, nuevas técnicas de agricultura y regadío, una arquitectura increíble, sistemas de higiene, elementos culturales…
Pero lo que está pasando es que los habitantes del norte de la península están expulsando poco a poco a los musulmanes y en ese proceso se están creando diferentes reinos cristianos.
A mediados del siglo XI Al-Ándalus toma la decisión de dividirse en taifas, pequeños reinos. Lo que le hace más débil ante el avance de estos cristianos y para el siglo XIII las tropas de Castilla alcanzan ya territorio andaluz. En el año 1212 será una batalla importantísima la de las navas de Tolosa, los reinos cristianos todos unidos contra los musulmanes. Los musulmanes pierden la guerra y los reyes de Castilla se adentran en tierra andaluza y crean 3 reinos, el reino de Sevilla, el reino de Córdoba y el reino de Jaén, todos ellos aunque como autonomía sigan dependiendo de los reyes de Castilla, pero el territorio del reino de Granada se resiste, convirtiéndose en el último bastión musulmán en la península. Andalucía por tanto, queda dividida en dos zonas, la musulmana y la cristiana durante dos siglos.
Entonces llega a un año histórico 1492, para este año Isabel Reina de Castilla y Fernando Rey de Aragón ya se han casado convirtiéndose en los gobernantes de casi toda Andalucía. Pues en este año y después de ocho años de asedio, conquistan Granada llegando así es el fin del gobierno musulmán en la península. A partir de ahora Andalucía está bajo gobierno cristiano, pero en ese mismo año Isabel de Castilla financia a Cristóbal Colón el viaje que le llevó a conquistar América, y el viaje parte de los palos de la frontera, con una tripulación en su mayoría andaluza. Como sabes, la colonización de América es el primer paso que convierte a España en todo un imperio.
Pues bien, el centro político y económico de ese imperio se traslada la ciudad andaluza de Sevilla, ya que en esta ciudad es el lugar al que llegan los barcos de América y del que parten al resto de Europa con su mercancía, es el punto de relación entre el continente Americano y Europa. Sevilla es considerado el puerto de indias y convierte a esta zona en la región protagonista de occidente de su época. Pero no todo es tan bonito como parece, este papel que desempeña Andalucía de nexo entre América y Europa, no supone un especial desarrollo económico para la zona, y además a partir del siglo XVII las aportaciones que llegan de América empiezan a reducirse, ya no llega tanta riqueza y Andalucía pierde su protagonismo político y comienza a sufrir una decadencia económica que durará mucho tiempo.
Andalucía se empobrece y por si fuera poco aparece en escena este personaje el Conde-Duque de Olivares, la mano derecha del rey de entonces. El Conde-Duque decide establecer una subida de impuestos en todo el reino para compensar el desgaste económico que está sufriendo, como imaginarás esta medida produce en los ciudadanos y ciudadanas andaluces un malestar que explota en la revuelta de Ardales, y pronto las revueltas se propagan por toda Andalucía durante nada menos que 15 años. El gobierno responde duramente y finalmente el ejército real consigue paralizar las revueltas y condena a muerte a sus cabecillas, fin de las revueltas.
Llegamos al siglo XVIII, y el Rey de España no tiene descendencia, por tanto no hay sucesor al trono, y en Europa hay dos candidatos, Felipe de Borbón en Francia y el archiduque Carlos de Austria, y es entonces cuando surge la guerra para ver quién se queda. La guerra de sucesión es una guerra Europea y también civil porque España está dividida en dos bandos, cada uno defendiendo a un sucesor. Andalucía lucha a favor del candidato Borbón y aunque realmente esta guerra tiene poca repercusión en Andalucía, pasa algo relevante, los reyes de Inglaterra que luchan del lado de los Austrias envían su escuadra y atacan, no consideran establecerse, pero en 1704 toman Gibraltar esta parte de Andalucía pasa a ser ocupación inglesa hasta el día de hoy.
Francia gana la guerra y la corona española pasa a manos de la dinastía de los borbones, estos reyes tienen una política centralista es decir quieren tener mayor control sobre todas las zonas españolas y también sobre Andalucía. ¿Te acuerdas de los cuatro reinos de Andalucía? Pues anulan sus fueros, las instituciones de autogobierno y dividen la zona en provincias regidas directamente desde Madrid y Andalucía pierde el poder de autogestionarse. Entramos en el siglo XIX, llegamos a un momento importantísimo para Andalucía, ya que Napoleón en su intención de gobernar toda Europa lleva su tropa de España para invadir, los españoles reaccionan y comienzan la llamada guerra de independencia. En esa guerra contra las tropas francesas, los andaluces tienen un protagonismo especial ¿te suena la batalla de Bailén? Fue la primera gran victoria de los españoles y se dio en tierra andaluza pero no sólo eso, si no que en plena guerra de la independencia las cortes generales se desplazan a la única ciudad que queda libre de la ocupación francesa Cádiz, y hacen algo histórico, redactan la primera constitución española en 1812, es una constitución súper moderna para la época y supone el primer paso contra las monarquías absolutistas que vienen gobernando desde la edad media.
Seguimos en el siglo XIX, la industrialización que se está dando en toda Europa llega también Andalucía hasta el punto de convertirse en la segunda región más industrializada de España, sin embargo está industria no prospera y las estrategias por mejorar la economía fracasan y las colonias americanas españolas se independizan y deja de llegar riqueza del otro lado del océano. La economía de Andalucía toca fondo, y como reacción a esta situación aparecen movimientos obreros en Andalucía, como el comunismo y anarquismo y también el nacionalismo andaluz de la mano de Blas Infante, un político que a través de sus libros e ideas reivindica la historia y el autogobierno de Andalucía, y en esa situación complicada en 1936 estalla la guerra civil española.
La población andaluza queda dividida entre los que defienden la república y los que están a favor de Franco. Es una época durísima con miles de perseguidos y fusilados como Blas Infante que perdura en la dictadura franquista. Con la muerte de Franco se da paso a la época de la democracia y en 1981 se le concede a Andalucía el estatuto de autonomía, lo que supone tener un gran nivel de autogobierno y crecer el turismo. En 1992 se celebra la expo universal y se inaugura el tren de alta velocidad que conecta Andalucía con Madrid y el resto de España. Andalucía se moderniza y se da por fin un intenso desarrollo económico y cultural.
Y hemos llegado a la actualidad.